Yihad Al Nafs
En este sentido, sería útil saber acerca de Jihad al-Nafs y estudiarlo en la vida de los profetas divinos.
Jihad al-Nafs se encuentra entre los métodos educativos que pueden tener grandes efectos para mejorar la vida si se implementan con paciencia y perseverancia.
Jihad al-Nafs significa obligarse a uno mismo a hacer buenas obras en contra de la propia voluntad.
En este método, el formador y el aprendiz son la misma persona.
Es una acción que se realiza contra el deseo de uno. Por ejemplo, una persona está endeudada y necesita desesperadamente dinero y encuentra algo de dinero en la calle. Podría tomar el dinero y pagar su deuda, pero en contra de lo que le conviene materialmente, encuentra a la persona que perdió el dinero y se lo devuelve.
En este método, uno lucha por un comportamiento moral y gradualmente se acostumbra a estas virtudes morales y encuentra la alegría de hacer cosas moralmente correctas. Por lo tanto, se acostumbra al comportamiento moral y evita la conducta inmoral.
Podemos ver ejemplos de tal Jihad al-Naf en la vida del Profeta Abraham (p):
1- Dejar a la esposa y al hijo en una tierra estéril
Abraham le dijo a Dios: “¡Señor! He establecido a parte de mi descendencia en un valle sin cultivar, junto a tu Casa Sagrada, ¡Señor!, para que hagan la azalá. ¡Haz que los corazones de algunos hombres sean afectuosos con ellos! ¡Provéeles de frutos! Quizás, así, sean agradecidos. (37)”. (Versículo 37 de la Sura Ibrahim)
Cuando Agar dio a luz al primer hijo de Abraham, Ismail, la primera esposa de Abraham, Sara, se puso celosa. Ella le pidió a Abraham que llevara a la madre y al hijo a otro lugar. Después de la orden de Dios, Abraham hizo eso y llevó a Agar e Ismail a La Meca, que era una tierra estéril.
Naturalmente, las necesidades humanas impiden dejar solos a una mujer y un niño en una tierra desértica, pero Abraham hizo esto porque estaba elevado a los mandamientos de Dios.
2- Sacrificar hijo
Cuando su hijo tuvo la edad suficiente para trabajar con él, dijo: “Y, cuando tuvo bastante edad como para ir con su padre, dijo: «¡Hijito! He soñado que te inmolaba. ¡Mira, pues, qué te parece!» Dijo: «¡Padre! ¡Haz lo que se te ordena! Encontrarás, si Alá quiere, que soy de los pacientes». (102) Cuando ya se habían sometido los dos y le había puesto contra el suelo... (103)” (Versículo 102-103 de Surah Safat)
Dios le pidió a Abraham que sacrificara a su hijo y él se lanzó a hacerlo pero el cuchillo no cortó, y entonces hubo un llamado de Dios:Y le llamamos: «¡Abraham! (104)Has realizado el sueño. Así retribuimos a quienes hacen el bien». (105) Si, ésta era la prueba manifiesta. (106)Le rescatamos mediante un espléndido sacrificio (107) ”. (Versículos 104-107 de Surah Safat)
